Ya era justo, necesitabamos vacaciones, las pedíamos a gritos, y escogimos como destino el departamento del Quindío, Conocido por ser uno de los mayores productores de Café de Colombia.
Andábamos algo expectantes, pues todas las reservas se hicieron vía Internet, y pues una cosa es lo que aparece en la pantalla y otra con la que uno se encuentra al llegar, y nos daba miedo que la sorpresa fuera desagradable. Afortunadamente el sitio donde nos alojamos superó nuestras expectativas.
Nos sobró la ropa de invierno, El Quindío no es la excepción a esta ola de calor impulsada por el calentamiento global; pero fue lo de menos. La tranquilidad y el paisaje quindiano hicieron lo suyo, logramos relajarnos y disfrutar cada segundo de nuestro viaje
La alimentación corrió por cuenta del sitio de alojamiento (Finca Hotel Sol y Luna), muy buena sazón y excelente atención por parte de los encargados. La cabañita en la que nos hospedamos era simplemente adorable, espaciosa y con un pequeño balcón que nos dejaba deleitarnos con el verde de la naturaleza. Todo en Paz
Tambien recomiendo hacerse una pasadita por Calarca; segunda ciudad del departamento, donde se puede contemplar la arquitectura típica del departamento en casas cuidadosamente conservadas
Finalmente y esta da para otra entrada, Recuca... una finca donde se hace el Recorrido por la Cultura Cafetera. Un plan supereconómico y muy descrestador donde nos volvimos expertos en el tema del cultivo y procesamiento del Café. Como es obvio en el Quindío nos dimos gusto tomando lo mejor de esta deliciosa bebida, tanto que me da grima probar otro ahora.
Y para quien se lo este preguntando, el plan sale muy económico... y encantador, se lo recomiendo tanto a propios como extraños.
