Animalista

Soy animalista, hace ya un tiempo que decreció a su mínima expresión mi fe en la humanidad. Sin embargo, siempre he admirado la fidelidad y la entrega que un animalito le brinda a quien le da un poco de cariño. Inclusive, y como reza un adagio popular, es capaz de mover la cola a quien le da de palos.

Sin embargo muchas personas, lamentablemente algunas muy muy cercanas no entienden mi amor hacia los animales, he escuchado frases como “No podes salvarlos a todos” o “¿Por qué tienes que ser tú la que se encargue, y no otro?”; por no mencionar otras mas agresivas. Cada vez que intento brindar una oportunidad a un animalito, debo lidiar una pequeña batalla campal de la cual no siempre salgo triunfante.

Actualmente tengo una mascota, Un gato que también llego a mi casa en mal estado y que milagrosamente me permitieron adoptar. No pretendo tampoco convertirme en una de esas personas que acumulan y acumulan sin cesar animalitos, es más, soy conciente de que no puedo adoptar, por ahora, otro peludito. Sin embargo, me gusta servir de hogar de paso. Se que el sacar por unas noches un animal de la calle mientras mueves tus contactos por la red para conseguirle un hogar salva muchas vidas. Si claro, dirán algunos, Vidas no Humanas….. Pero vidas, vidas tan importantes y tan valiosas como la tuya y la mía.

Y es así como me toca cerrar los ojos ante el perrito que me sigue pidiéndome una oportunidad, ante el gatito que quisiera llevar a casa mientras engorda y ojos caritativos lo encuentren tan hermoso como yo y le brinden lo que no le he podido brindar. De igual forma trato de concientizar a todos los que me escuchan que la esterilización de las mascotas es vital para disminuir la población animal en las calles. No todos son tan afortunados como Yang, Maru o Minerva…… algunos incluso no cuentan con la triste suerte de Mono, un labrador que a pesar de los esfuerzos murió como consecuencia de la mala vida en la calle, pero que murió bajo un techo y libre de dolor… naturalmente y querido por las personas que intentaron salvarle la vida.

Esta noche libré una vez mas la batalla campal, hay un gatito negro afuera, tendrá un mes más o menos. Rogué, Grite, use el Sarcasmo y la altanería por aproximadamente una hora, salí herida en el proceso, pero finalmente logré el Sí condicionado que esperaba. Pero al salir, el minino ya no estaba. Es un gato negro. La ignorancia de la gente y su juventud juegan en su contra. Ojala esta noche encuentre un lugar para pernoctar a salvo.

Les dejo esta nota. Si tienen un amigo o amiga que tenga la misma maña y este igual de loco que yo, antes de juzgarle y criticarle, recuerden estas palabras. A veces los animalistas estamos solos y los más cercanos son los que menos nos apoyan.

En la foto: Mono, el labrador al que solo le pudimos brindar un buen final